.es placeres prohibidos

No tengo certeza, pero creo recordar que en un tiempo remoto
lo más interesante de la película era cómo acababa, pero al pasar
de los años este final se convirtió en una especie de tabú que no
había que divulgar. La muestra más evidente de ello creo que fue
cuando vi la película de el Sexto Sentido de Shyamalan unas semanas
(o meses, no estoy seguro) después de que saliera en cartelera allí
por el año 2000. Me sorprendió que ninguna de las personas que me
lo recomendaron me hubieran dado la más mínima pista de que iba.
No sé porque me puse a pensar en esto hoy, ni a cuento de que, pero
sé que al leer “Cometas en el Cielo” de Khaled Hosseini, es una de las
cosas que chocan al chaval protagonista al llegar a Estados Unidos.
Nadie quiere hablar del final de las películas.

Al mismo tiempo recuerdo una polémica que hubo en Suecia a raíz que
la última película del señor de los anillos o si fue la primera de
Las Crónicas de Narnia que iba a estrenarse, cuando un periódico sueco
comentaba el final de la historia. Se sentían defraudados porque ahora
ya no tenía gracia ver la película. Es un poco cómo quejarse porque
alguien cuenta como va a acabar La pasión de Cristo, de Mel Gibson.
No digo que los finales no sean importantes, pero al mismo tiempo
es cómo se llega a ese final, lo que verdaderamente vale la pena.

De todas formas creo que seguiré sin contar finales y tampoco leeré el
final de las novelas, aunque tengo que confesar que muchas veces leo
la primera frase de un libro para ver si hay algo que me llama la atención.
A veces leo la última con un poco de morbo por saber cómo acaba el libro
y un poco de miedo de leer algo que aún no debería saber. Placeres prohibidos.